Día 8 Guate – Semuc Champey y sus pozas esmeralda

Nos levantamos en uno de los lugares más recónditos que hubiéramos estado jamás… En medio de la nada y sin señal de teléfono en nuestro chip de Movistar y sin internet en el Hostal. Si quieren alejarse del mundo, sin duda este es el lugar al que deben ir! 1 hora para salir al pueblo más cercano y 9 horas para llegar a Ciudad de Guatemala, si, estábamos lejos!

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Río Cahabón junto al Hostal El Portal

No más despertarnos y nos dimos cuenta que la suerte no estaba de nuestro lado en este último trayecto de nuestro viaje y estaba lloviendo!!! Pero bueno, estábamos ahí y con lo que nos había costado llegar, una lluvia no nos iba a detener. Con aquel frío, tuvimos que bajar a las duchas comunales solo para confirmar lo que ya sospechábamos, no había agua caliente y tocó un baño no helado, heladísimo!

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Río Cahabón en tono verde

Una vez listos, salimos hacia el restaurante del Hostal para desayunar y pudimos disfrutar con la claridad de día del río Cahabón en un tono verde esmeralda que alimenta las pozas de Semuc Champey y que están justo al lado del Hostal. Debo decir que a estas alturas del viaje ya estaba un poco cansada del huevo así que yo decidí probar los pancakes con fruta mientras Pablo sí se pidió el desayuno tradicional ambos acompañados del que no puede faltar: el café. Los dos desayunos estuvieron muy buenos hay que admitir, algo que agradecimos ya que en estos lados, no hay mucho donde escoger. El desayuno nos terminó costando 81Q (Unos $11) pero esto fue porque pedimos unas tostadas adicionales así que en terminos de precio nos pareció bastante razonable.

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Desayuno Hostal El Portal

Una vez desayunados y listos, la lluvia seguía en Semuc Champey. Según nos habían comentado fuimos en los únicos dos meses del año que llueve en esta zona (noviembre y diciembre) así que, si tu viaje es en esta época, ya sabés qué esperar! Acá fue donde realmente utilicé la capa que había comprado en Tikal para la lluvia que duró 5 minutos allá, y por dicha no la boté a pesar de ser “desechable” porque la verdad me funcionó y más! El suéter de Pablo era impermeable, así que salimos rumbo bajo una llovizna no muy fuerte.

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Salida hacia las Pozas con lluvia

De la entrada del Hostal a la entrada de las Pozas son si acaso 200 metros, así que llegás muy rápido. No más entrando al lugar se pueden observar mujeres armando sus puestos para el almuerzo, y también había un restaurante. Nosotros seguimos derecho a la taquilla para pagar nuestra entrada que para extranjeros es de 50Q (Unos $7) por persona. Acá nos explicaron que a unos 300 metros de la entrada se encuentra un letrero con el desvío para el mirador o siguiendo directo hacia las pozas.

Nosotros decidimos hacer primero el mirador, estando tan cerca no queríamos esperar más para verlas… o bueno, hacer el intento con las lluvias que había y la niebla yo tenía dos temores: 1. que no se viera nada desde el mirador o 2. que la lluvia hiciera que los colores estuvieran turbios (como en Río Celeste en Costa Rica).

Empezamos la subida al mirador con unas gradas entre naturales y de madera con unos ángulos que bueno, acá no pesaba tanto la conciencia por los días de gimnasio perdidos… Lo que si puedo decir es que, este fue uno de esos escenarios donde agradecimos de todo corazón la adquisición de nuestros zapatos de montaña Merrell,  de verdad el agarre de esos zapatos ayudan a que la subida no sea tan pesada.

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Nuestra doble tracción

Si bien es cierto para subir acá no se necesitan estrictamente zapatos de montaña, si se requieren zapatos cerrados, preferiblemente tennis y con mucho cuidado por la falta de agarre de unas tennis, pero lo que no debería ser nunca una opción, es subir acá en sandalias!! La gente viene preparada para bañarse, así que es usual (y vimos a muchos) subir en sandalias, pero es muy arriesgado y muy cansado y les puede pasar como a una muchacha que vimos que la sandalia se le reventó e iba bajando en un calvario. Así que acá el consejo más importante para subir el mirador es un buen calzado, y aún más cuando ha llovido.

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Subida al mirador de Semuc Champey

La subida nos tomó unos 20-25 minuto a paso lento y tomando aire de cuando en cuando. Cuando íbamos llegando al mirador, pudimos ver que habían unas 7 personas, y mientras más me acercaba, más miedo me daba asomarme al balcón… Semuc Champey fue una de las sorpresas cuando organicé el viaje a Guatemala, yo no podía creer que un lugar tan bonito (en las fotos) hubiera estado tan cerca y nunca haber sabido/escuchado de su existencia! Así que temía haber llegado hasta aquí solo para encontrar una capa de neblina encima… Pero cuando al fin llegamos y pudimos ver con nuestros ojos ese paisaje que había contemplado y con el que me había maravillado en fotos, me emocioné a más no poder y todas las horas y toda la odisea que significó llegar hasta ahí de pronto ya no tenían importancia porque estábamos ante la joya de la corona de nuestro viaje a Guatemala, lo mejor para el final!

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La Joya de Guatemala: Semuc Champey
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Pozas perfectas, color perfecto. Semuc Champey

Los colores de Semuc Champey son simplemente increíbles, y como suele suceder en la mayoría de lugares así de impactantes las fotos no dan crédito a lo que se puede ver con el ojo. Aún después de la experiencia poco favorable que tuvimos para llegar, recomiendo y más llegar hasta aquí solo para ver este lugar maravillo.

El río pasa en medio de la montaña, las cuales tenían un poco de neblina en lo alto, pero que solo daba un mejor paisaje a este lugar tan maravilloso. El punto donde inician las pozas es donde el río se “mete” en una cueva y pasa por debajo de la formación de las pozas con una fuerza increíble. Había leído que es una posibilidad que la base de las pozas se quiebre y se pueda caer al cause del río… esto me había preocupado un poco ya que sonaba bastante peligro, pero ya estando ahí unos lugareños nos indicaron que no era exactamente así y que en realidad no podía pasar.

Después de muchas fotos, nos quedamos completamente solos en la plataforma, admiramos las pozas unos 15 minuto más y decidimos que nuestros ojos ya habían contemplado lo suficiente y que habíamos captado las suficientes fotos para seguir nuestro camino, justo en el momento que venía llegando un grupo de jóvenes, dejándolas así la plataforma solo para ellos.

El camino para bajar es en la otra dirección por el que se sube, con el fin de llegar directamente a las pozas así que iniciamos el camino de descenso. Acá debo reiterar lo feliz que fuimos con nuestros zapatos, ya que todo estaba sumamente resbaloso por la lluvia. El trayecto nos llevó unos 30 minutos, donde nos vimos retrasados por una familia que como no llevaba el calzado correcto (iban en sandalias) iban muy despacio y a duras penas. En algún punto logramos rebasarlos y continuamos nuestro camino.

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De bajada hacia las pozas

Una vez llegado abajo, pudimos ver agua “llorando” de la montaña, agua que utilizamos para quitarlos los 3 kilos de barro que llevábamos encima, no solo en los zapatos, sino los brazos y yo hasta la cara jaja 🙂

Al lugar donde llegamos por el sendero, salimos muy cerca del lugar donde el río se interna con muchísima fuerza en una “caverna” debajo de las cuevas… este es un lugar sumamente peligroso por la fuerza que lleva el agua y que se debe ver con precaución (caer de cabeza es el peor escenario :/ )

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Lugar donde el río se esconde bajo las pozas

Una vez que vimos este punto donde el río se esconde (que por cierto Semuc Champey significa exactamente eso “Donde el río se esconde”) seguimos sobre una estructura de madera paralela a las pozas para llegar a un área donde se encontraban los “locker” de alquiler, que no podían ser más rústicos por supuesto… Unos cajones de madera con unas trancas un poco dudosas, pero que serían donde pondríamos todo lo que no queríamos que se mojara.

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Una representación de cómo el río pasa por debajo de las pozas!

El locker más el alquiler de un chaleco para mi que medio sé nadar nos costó 20Q (Unos $3) y una vez cambiados y con todo guardado y con llave, nos dirigimos a las pozas solamente con la cámara de agua, por supuesto! De verdad que verlas de cerca fue aún más impactante dado su color… El lugar estaba bastante concurrido, pero también tuvo que ver que nosotros nos quedamos en la “terraza” justo al lado de los lockers, donde muchas personas se quedan por la misma razón. Así que probablemente las pozas más abajo estarían menos concurridas.

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Nuestro locker

Estuvimos en las pozas aproximadamente 2 horas, nadando por aquí y yendo por allá, con un agua bastante fría, probablemente por el día frío aunque al rato salió el sol. Saltamos entre una poza y otra y también sentimos como los peces nos mordían los piez, ya que hay muchísimos.

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Pozas de Semuc Champey de cerca
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Hay pececitos por montones, y te muerden la piel! Exfoliación gratuita.

En lo que fallamos grandemente acá fue en la falta de provisiones para el día, ya que lo único que teníamos era un paquete diminuto de maíz chino que habíamos comprado y que yo no me había comido y que compartimos… así que cuando el hambre nos ganó a eso del medio día decidimos que ya habíamos tenido suficiente y que teníamos mucha hambre y fue así que salimos del agua para recoger nuestras cosas y decir adiós a uno de los lugares naturales más bellos que hayamos visto.

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Las pozas vistas desde el camino

El camino de  regreso era en línea recta sin mayor esfuerzo, nos tomó unos 15 minutos caminando en forma paralela a las pozas donde pudimos observarlas desde los árboles, haciendo un contraste súper bonito de los colores de las pozas. Una vez que llegamos afuera, pudimos ver con más calma el lugar y sin lluvia! Y estando ahí observando el mapa del lugar, se nos acercó una niña a ofrecernos chocolates y además a indicaros que su mamá vendía almuerzo en las afueras del lugar. Estábamos muy hambrientos, además que no nos motivaba volver a comer en el Hostal, así que accedimos ir con la niña, sin saber lo que nos esperaba.

Caminamos unos 300 metros, pasando nuestro Hostal para encontrarnos con uno de los puestos improvisados, ya estando ahí y con el hambre que teníamos ya no había marcha atrás, pero sinceramente no creo que haya sido la decisión más racional de nuestras vidas.. por temas de salubridad. Tenía unas sillas y mesas de plástico y nos ofrecieron entre pollo y costilla de cerdo, por lo que pedimos un plato de uno y otro de otro. A pesar de la apariencia, todo estuvo simplemente delicioso, de las mejores comidas que tuvimos en Guatemala!! Arroz, frijoles, ensalada con aguacate, pollo-costilla y las que no podían faltar: tortillas palmeadas al carbón. Todo acompañado de una Coca-Cola (para que nos matara cualquier cosa en la panza?).

La verdad es que, nos fuimos felices con nuestro almuerzo por el que pagamos 70Q (Menos de $10) con Coca-Colas incluídas! Sin duda el almuerzo más barato que tuvimos en relación precio/calidad.

Nos devolvimos hacia nuestro Hostal donde pudimos apreciar con calma y sin lluvia de las instalaciones del lugar. A mi me encantó los árboles de Cacao, que nunca me deja de impresionar el tamaño del fruto! El hostal debo decir que a pesar de todas los malos sin sabores que nos dejó tiene instalaciones bonitas, pero claro, con ese paisaje es poco probable que pueda ser lo contrario.

Llegamos al hotel a eso de la 1:30 pm, y lo que hicimos el resto de la tarde en un lugar en medio de la nada y sin internet, fue: dormir! Jaja, siii eso hicimos, tomamos este día como el día de descanso de nuestro viaje a Guatemala, después de todo no teníamos mucho qué hacer. No había electricidad, no había internet, no había televisión y en cambio sí había mucho sueño y marea alcalina, así que la aprovechamos y dormimos como bebés en el medio de la tarde sin mayor ruido alrededor.

Nos despertamos como a las 5:00 pm, dormimos toda la tarde!!! Nos pusimos a organizar nuestras mochilas ya que mañana nos iríamos muy temprano, a las 7:00 am para Lanquín y de ahí a tomar nuestro transporte hacia ciudad de Guatemala.

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Restaurante del Hostal de noche

Cuando decidimos que teníamos hambre, fuimos al restaurante a comer. Cenamos pastas con carne y queso acompañado de agua y cuando terminamos de comer y con un rato de estar ahí, una familia de Guatemaltecos que estaba sentado en la mesa junto a nosotros nos empezaron a hacer conversación y empezamos a hablar de nuestras patrias: Costa Rica y Guatemala, comparando estilos de vida, situaciones, educación, salud, políticas… de los datos que más me llamaron a mi la atención fue conocer que la cantidad tan grande de Guatemaltecos que viven en Estado Unidos y envían sus remesas son los que tienen estable la moneda Guatemalteca, como según ellos mismos dijeron los verdaderos héroes Guatemaltecos.

Llegó el momento que la familia se fue ya que ellos no estaban hospedados en el Hostal, solamente fueron a cenar. Y nosotros no teníamos sueño ni mucho qué hacer, así que nos sentamos en los sillones junto a la recepción a ver el mundo pasar. En algún punto de la noche, el lugar se convirtió en una pista de baile sin muchos bailarines alrededor… los meseros hacían parte de su trabajo que era sacar a las extranjeras a bailar. Nosotros tomamos algunos cócteles que se suponía estaban 2×1, pero que nos dejaron mucho qué desear, no estaban tan buenos jeje pero bueno, para poner un poco de emoción a la noche. Al final terminamos pagando una de las cuentas más caras en Guatemala, pero fueron 2 cócteles para cada uno y pagamos 227Q(Unos $31) y la verdad la calidad estaba bastante baja en todo, tanto cena como los cócteles.

Otra de las decepciones del Hostal El Portal fue tener que pagar el costo de salida de Semuc Champey hacia Lanquín (el transporte en 4×4), ya que nos trajeron sin costo adicional, pero si nos cobraron la vuelta y en ningún lugar avisan que se debe pagar esto… El costo fue de 50Q por los dos (Unos $7), pero bueno, había que estar a las 8:00 am en Lanquín, no había otra qué hacer!

Casi a las 10 de la noche, después de un par de piezas bailadas para mostrar nuestra sangre latina, fue buen momento para regresar a nuestra habitación… tendríamos que levantarnos a las 5:00 am para bañarnos pues debíamos desayunar para salir a las 7:00 am rumbo al último transporte, con destino: Ciudad de Guatemala.

Resumen de Gastos Día 8

Gasto Categoría Total
Desayuno Restaurante Hostal El Portal Comida $11
Entrada Pozas Semuc Champey Entrada $14
Locker y chaleco Otros $3
Almuerzo Puesto Calle  Comida $10
Cena y cócteles  Comida $31
Total día 8 (para 2 personas) $69

 

Día 7 – Traslado a Semuc Champey Día 9 – Traslado a C. de Guatemala
Itinerario completo Guatemala

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