Día 5 New York. Brooklyn Bridge, DUMBO, Brooklyn Heights, Williamsburg, Coney Island y Roosevelt Island.

Amanecía un día más en New York y nuestro viaje por esta increíble ciudad estaba por llegar a su fin, mañana pondríamos rumbo a Miami, para disfrutar de la segunda y más calida parte de nuestro viaje por Estados Unidos, donde decidimos combinar las dos ciudades, porque se nos hacía excesivo tantos días en un solo lugar…

Si querés revisar la lista completa de post de New York, podés hacerlo acá:

En fin que, habíamos organizado para este último día realizar una visita a la zona de Brooklyn y lugares más alejados de Manhattan, por eso, temprano ya como se nos había hecho costumbre salimos de nuestro hotel para tomar el metro hacia la estación más cercana de nuestro primer punto del día, el puente de Brooklyn!

Brooklyn Bridge

La Isla de Manhattan es famosa por tener muchos, muchísimos puentes. Sin embargo, no hay ni uno solo más famoso que el puente de Brooklyn. Y es que, es un puente tan bonito en sí mismo, y con un paisaje tan bonito desde donde se le mire, que cientos de películas, series, anuncios, fotos y demás medios lo han hecho tan famosos y mítico que, no hay viaje completo a New York que uno que incluya el recorrido por el puente de Brooklyn. Lo mejor, será utilizar unos zapatos muy cómodos y prepararte para la caminata de casi 2 km para cruzar de un extremo a otro.

El puente más fotografiado de New York

Se terminó de construir en 1883 y fue en su momento el puente colgante más largo del mundo. Sin embargo, la tragedia rodeó su construcción. El ingeniero que tuvo la idea y buscó su construcción, John Augustus Roebling, murió antes de iniciar la construcción del puente así que, su hijo Washington tomó el mando del proyecto. Para la construcción, se debieron realizar trabajos de excavación en el río que provocaron la muerte y enfermedad de muchos trabajadores a causa de los cambios de presión en el agua, incluyendo el mismo Washington que terminó postrado en una cama y administrando la obra de forma remota con su esposa Emily dirigiendo a constructores e ingenieros.

La verdad que conociendo su historia, se hace más impresionante saber todo lo que tuvo que pasar para tener hoy en día este lugar icónico en New York.

Justo antes de empezar a caminar el puente hay montones de puestos de comida

Nosotros llegamos en metro hasta la parada en Chambers Street. Saliendo de la estación, a los 100 metros encontramos un Dunkin Donuts donde compramos nuestro desayuno, unos combos desayuno de café y crossant más dos donas por $16.26. Nos llevamos el desayuno, el día había amanecido soleado y estaba bonita la mañana así que tomamos el desayuno en unas bancas del City Hall Park, justo al frente de donde inicia el camino hacia el puente de Brooklyn.

Cruzar el puente nos tomó 1 hora de lado a lado, fuimos a nuestro ritmo, despacio, tomando fotos, disfrutando de las vistas y leyendo las placas que hay a lo largo del puente contando la historia de la construcción y detalles de aquel puente.

El puente tiene dos niveles, por el de abajo, es por el que transitan los carros, y el de arriba es para peatones y ciclistas! Debés tener mucho cuidado de no invadir ni por error el carril de las bicis, te pueden atropellar! Ya que toman velocidad, no te la jugués y andá siempre con cuidado. Nosotros visitamos el puente muy temprano así que como te imaginarás casi no habían personas, pero en horas punta, tendrás que tener mucho más cuidado.

Vale mucho la pena cruzar el puente de lado a lado, empezando en Manhattan para llegar hasta Brooklyn y disfrutar de lo mucho que ofrece también el otro lado del puente.

El escenario es realmente bonito

DUMBO

Una vez terminado de cruzar el puente, teníamos planeado recorrer la zona de DUMBO, este lugar muy popular con las vistas del puente de Manhattan, su nombre viene del acrónimo Down Under the Manhattan Bridge Overpass.

Y a pesar que durante la hora que cruzamos el puente el clima hasta con sol estaba, al llegar al otro lado, se nos vinos un aguacero encima! Al inicio pensamos que pasaría rápido, pero luego nos dimos cuenta que había llegado para quedarse un rato. Encontramos una tienda de conveniencia, donde compramos inicialmente un paraguas, pero al darnos cuenta que llovía más fuerte, decidimos comprar algo para tomar y esperar ahí sentados. Estuvimos esperando alrededor de 40 minutos, sin mucho qué hacer, todas las visitas que teníamos para este día eran a cielo abierto, así que, si el día no mejoraba estaríamos en problemas.

DUMBO!

Eran ya las 11:30 am cuando ya pudimos seguir con nuestro recorrido. Llegamos a la calle más fotografiada de Instagram, de seguro la reconocerás! Yo la había visto múltiples veces en la serie de Gossip Girl, es una toma muy famosa, pero es que, cómo no serlo! Se ve el puente de Manhattan y entre sus patas, el Empire State! Es una foto preciosa.

Tuvimos algo de suerte porque como recién había llovido, no lo encontramos con tantas personas, pero es una calle tan famosa, que siempre habrán muchas personas. Este punto lo encontrás en el cruce de las calles Water Street y Washington Street, acá.

Justo debajo del puente se puede ver el Empire State!

Después, caminamos por los alrededores de la zona, que lo mejores es perderse por sus callecitas, claro, siempre buscando acercarse a la orilla del río para poder admirar el Puente desde el lado de Brooklyn.

Llegamos justo debajo del puente desde donde se tiene una vista preciosa, es el Empire Fulton Ferry Park donde además hay un carrusel y un pequeño espacio de un edificio abandonado que en verano estoy segura debe ser muy popular para disfrutar de la ciudad.

En este punto, empezó a llover nuevamente, yo ya estaba perdiendo mi espíritu… Qué íbamos a hacer con aquellas lluvias!! Las actividades del día eran así, caminar, disfrutar, ver la zona… y con lluvias nada de eso tenía sentido para mi.

De casualidad encontramos justo a los pies del puente de Brooklyn uno de los restaurantes de hamburguesas más famosos de la ciudad: Shake Shack, viendo que era la hora del almuerzo y qué estaba lloviendo otra vez con ganas, entramos a refugiarnos y sacar uno de los imperdibles de New York de la lista… una hamburguesa de Shake Shack!!

Pedimos 1 hamburguesa con papas y refresco y 1 hamburguesa adicional que nos costó $22.6, así disminuíamos costos pero además ahorrábamos calorías! Que a pesar que hoy era nuestro último día en New York, nos quedaban 5 días por delante en Miami! Y los balances empezaban a ser necesarios jajaja!

Estuvimos alrededor de 1 hora en el restaurante, disfrutando del calor, y viendo la vida pasar, o la lluvia, por la ventana. Salimos cuando ya la lluvia había mermado, empezamos a caminar y entonces el milagro sucedió… salió el sol!! Y el grupo de nubes que nos había tenido bajo el agua la mañana estaba cediendo y yéndose! Y acá empezó la segunda etapa de disfrutar esta parte de la ciudad.

El día empezaba a mejorar!

Brooklyn Bridge Park

Si tenés tiempo y te apetece no solo quedarte con la estampa del puente de Brooklyns, recorrer sus alrededores empezando por el Brooklyn Bridge Park debe estar en tu itinerario.

Ya nosotros que habíamos estado antes en New York habíamos cruzado el puente (y devuelto sin más ni más) pero en esta ocasión queríamos ver un poco más allá! Una vez que la lluvia nos dio tregua, empezamos el recorrido por el Brooklyn Bridge Park, un largo recorrido de alrededor de 1 hora tomandose lo calma.

El parque que está justo al lado del río Este, ese que pasa bajo los pies del Brookly Bridge, por supuesto y tiene muchas zonas verdes para desconectar de la ciudad, pero a la vez, ofrece unas vistas increíbles del otro lado del río donde Manhattan es la protagonista con sus edificios.

En el camino descubrimos que el parque está divido por zonas que sobresalen sobre el agua, tipo plataformas… donde hay canchas de diferentes deportes, zonas para correr y hacer deporte en general.

Los pier que sobresalen del río, son canchas y áreas para deporte

Llegamos a un pequeño lugar llamado “Pier 4 Beach” que de Beach no tenía mucho y hasta se nos hizo cómico que así lo nombraran, en serio eso era catalogado como playa? Pero bueno, luego caímos en la reflexión que una ciudad como aquella de fijo querría aprovechar cualquier rincón disponible para que sus habitantes pudieran disfrutar de un día de “playa”. O al menos los 5 habitantes que pueden caber ahí jeje :p

Con ustedes… la playa!

Después de un recorrido que se nos hizo bastante agradable, aunque un poco frío por la proximidad al río y lo abierto que es (si lo visitás en época que no sea verano, llevá abrigo). El parque estaba casi vacío, era un día frío y había estado lloviendo. Pero imaginar aquella zona con todo lo que tiene para ofrecer en verano, es imaginar un parque a reventar con familias haciendo picnic y practicando deportes! Lo he dicho varias veces, estos neoyorquinos saben de la importancia de esparcimiento de sus habitantes en aquella ciudad tan concurrida, y tienen zonas para que puedan despejarse! Y que los turistas sin duda no desaprovechamos.


El parque en día nublado estaba bien solitario

Brooklyn Heighs

Después de casi 1 hora de estar disfrutando del parque, y guiándonos con Google Maps, salimos a la altura de la Calle Joralemon Street, para poder visitar uno de los barrios más hermosos que vimos en New York, un barrio de personas muy adineradas: Brooklyn Heighs.

Y es que, la fachada de las casas, la tranquilidad del lugar por el que solo se ven niños de la mano de sus mamas o niñeras regresando de la escuela, hace que se nos olvide que estamos en la Gran Manzana, por algo es un barrio tan selecto en la ciudad, especialmente para familias!

No hay un plan, ni una ruta a seguir, es solo caminar, disfrutar, ver las casas, el ambiente de los habitantes. Después de la lluvia, por suerte para nosotros, tuvimos la oportunidad de llegar hasta acá! Fue acierto seguro.

Se imaginan vivir ahí?

Brooklyn Heighs Promenade

Caminando por las calles de Brooklyn Heighs, buscamos ir hacia Brooklyn Heighs Promenade, un pequeño paso peatonal que diría que debería estar como visita obligatoria en New York, las vistas que ofrece son increíbles!

El pequeño paso peatonal con casitas a un lado y la vista de Manhattan al otro

Es un paso peatonal angosto, con casas a un lado bajitas y al otro las vistas hacia la ciudad! Tiene muchas bancas donde sentarse y de las cosas que más nos llamó la atención es un tributo que tiene a las Torres Gemelas, ya que desde acá se tienen vistas al lugar exacto donde se levantaban las torres a inicio de Siglo y que solían formar parte del Skyline. Mientras veía aquello, solo podía pensar lo horroso que pudo ser para los turistas que pudieron estar aquel trágico 11 de setiembre en aquel parque, disfrutando como lo hacíamos nosotros y ver el impacto a las torres!!

Sin darnos cuenta, después de mucho disfrutar llegamos al final de Brooklyn Promenade (o bueno, el inicio depende de la perspectiva jaja) el cual se marca con un pequeño monumento circular.

Después de casi dos horas desde que salimos de Shake Shack, estábamos de regreso a los pies del puente de Brooklyn.. con un sol radiante! Que no terminaba de calentar aquella tarde de primavera pero que hacía el paisaje aún más hermoso!

El siguiente punto en nuestro mapa era Williamsburg, que si bien, forma parte de Brooklyn, estaba algo alejado del punto donde nos encontrábamos. Haciendo la búsqueda en Google Maps nos dimos cuenta que nos tomaría mucho tiempo llegar en metro y/o bus, así qué… improvisamos!

Tomamos un Ferry! Otra experiencia más para los medios de transporte en la ciudad. A pocos metros del restaurante Shake Shack, estaba el Dumbo Pier que conecta con la ruta East River los barrios de Dumbo, Greenpoint y Williamsburg, justo donde nos dirigíamos! La verdad, que esto no lo llevábamos planeado, fue improvisación pura 🙂 y vaya qué fue una de las buenas, porque, además que fue más rápido, fue súper divertido y pudimos navegar el río, pasar por debajo del puente de Brooklyn y ver el skyline de New York desde el agua!! Y todo esto por $2,25 el mismo precio del metro (no aplica la Metro Card).

Las máquinas donde compramos los tiquetes!

El tiquete lo compramos a las afueras del muelle, y hay pantallas que indican la dirección del ferry (En nuestro caso que íbamos hacia el norte, compramos los tiquetes en la dirección E 34 ST) y las horas en las que llegará el ferry al muelle. Viendo que faltaban aún 20 minutos para el nuestro, fuimos al Starbucks que está justo al lado del Shake Shack jaja esta zona estaba cumpliendo los estándares viajeros, y cómo no? Siendo tan turística!

Tomamos un café caliente grande que compartimos por $4,85, nos refugiamos del frío pero sin demorarnos tampoco tanto, teníamos miedo de perder el ferry y tener que esperar hasta el siguiente , así que aún con café en mano, nos fuimos al muelle!

No pasó más de 10 minutos cuando llegó el Ferry! Había un grupo pequeño de personas esperando, y allí íbamos todos para arriba! Sin duda, este fue un plan muy top para hacer, improvisado y diferente!

Williamsburg

Otro de los imperdibles de la zona de Brooklyn, Williamsburg es un barrio para incluir en el viaje a New York, de estilo bohemio y uno de los más exclusivos barrios hoy, fue una zona industrial muy popular en los años 60. Sin embargo, con el declive industrial, los edificios fueron abandonados y la se llenó de drogras y crimen y fue considerado uno de los barrios más peligrosos de New York.

Pero todo eso fue quedando en el pasado, la zona fue recuperada y en los años 80 y 90, el barrio empezó a ser el foco de artistas que evitaban los altos costos de alquiler en Manhattan. Los antiguos edificios industriales eran perfectos para estudios y así hoy por hoy disfrutamos de un ambiente bohemio, lleno de arte callejero, galerías, y muchos, muchos restaurantes!

El ferry nos dejó a pocos metros del East River State Park, uno de los lugares imprescindibles por las vistas preciosas que hay del Skyline de Manhattan! Hay una pequeña playa que da al río! Como este día había estado lloviendo y seguía algo oscuro, el frío que pegaba en un lugar tan abierto, tenía espantada a la gente… el parque estaba casi vacío! Nosotros lo recorrimos y disfrutamos del Skyline pero tampoco demorándonos mucho… estaba muy frío!

Después de esto, empezamos a recorrer el barrio… la verdad que acá no hay mucha ciencia y como en muchos otros puntos es caminar, caminar y disfrutar. De los comercios, del ambiente, de la zona. Las calles que recorrimos fueron la de Bedford Ave y Berry St en los que vimos muchas tiendas, murales y restaurantes. No teníamos hambre, y ya habíamos tomado café así que acá no compramos nada!

Williamsburg tiene encanto, sin duda.

Después de una hora recorriendo la zona, teníamos planeado visitar en Williamsburg la zona del Barrio Judío ultra ortodoxo, uno de los puntos más contrastantes de New York y que vive justo al lado de un barrio tan hipster como es Williamsburg. Según leímos verlos caminar por la calle con sus ropas ultra conservadoras, los carteles en hebreo y fachadas vejas y austeras. Sin embargo, desde donde estábamos tendríamos que caminar 25 minutos… y ya eran las 4 de la tarde. Por lo que, decidimos dejar caer este plan porque aún teníamos otros dos puntos más que ver, y la verdad sea dicha, porque ya a este punto estábamos muy cansados… también pudimos haber tomado el metro para acercarnos, pero se nos hizo ya un poco engorroso.

Así que, sin más ni más, buscamos en Google Maps la forma para llegar a nuestro siguiente punto… Coney Island!!

Coney Island

Después de tomar el metro en Williamsburg, 1 trasbordo y 1 hora más tarde, estábamos saliendo en Coney Island!

Greetings from… Coney Island!

La verdad es que, yo tenía mucha ilusión de visitar la que en algún momento fuera Isla, con su parque de atracciones, su muelle marítimo y los ultra famosos hot dog de Nathan’s.

Salimos de la estación un lunes muy frío de abril, eran ya las 5:00 pm, aún no caía el atardecer, pero el día estaba gris y eso le restaba un poco de encanto al lugar. Empezamos a caminar, solo para darnos cuenta que… todo estaba cerrado!! El parque Luna Park que es el parque con atracciones junto a la playa, no abría hoy… Yo había revisado las horas de visita antes del viaje y ayer (el día que teníamos en realidad planeada la visita, sí estaba abierto) pero no hoy…

Fue un poco decepcionante, sin embargo, aún con el parque cerrado sí recomiendo la visita si es el único día que te queda para visitar el lugar. Da un encanto el lugar así, solo, hasta con un ambiente fantasmal!

Caminar por sus calles, visitar el muelle y el paso peatonal con montones de tiendas y restaurantes. Durante verano, este lugar es muy popular y está a reventar de personas! Solo podía imaginar el contraste con nuestra visita, donde estaba vacío!!

Un imperdible de cualquier visita a Cooney Island es la visita al restaurante de Hot Dogs Nathan’s, tal vez no te parezca tan relevante, pero además de que es el establecimiento original donde nació hace más de 100 años esta famosa cadena de restaurantes (que en Costa Rica incluso tuvimos hace unos años, aunque creo que ya cerraron) en esta locación es que anualmente el 4 de Julio se hace el concurso internacional de devoradores de hot dog!

Incluso, tienen un contador indicando cuántos días faltas para el gran día y tienen un salón de la fama, con el nombre de todos los campeones y la cantidad de hot dog con los que ganaron. Pueden creer que de hombres, el que más ha comido han sido 74 hot dogs! Y en mujeres, el máximo ha sido 54… increíble.

Nosotros, comimos 1 cada uno nada más jaja nada de establecer récords jaja además de pedir 1 papas por lo que pagamos $15.50. Nos llamó la atención del lugar la cantidad de cajas que tienen, que hoy no tenía mucho sentido pero, en pleno verano aquello debe ser bárbaro. Nos comimos nuestro hot dog de pie dentro del local porque afuera era demasiado el frío para disfrutar del atardecer.

Nuestro Snack… no nos íbamos a ir sin probarlos!

Salimos y caminamos un poco más, disfrutamos los últimos minutos y fuimos a tomar el tren de regreso a Manhattan, a la última visita de este viaje genial que habíamos tenido estos 5 días por New York.

Roosevelt Island

La verdad que, la idea de usar el famoso teleférico que atraviesa el East River y que hemos visto en películas como Spiderman era ya suficiente para querer visitar Roosevelt Island.

Así empieza el recorrido en el teleférico, el atardecer nos cerró genial.

Estaba ya cayendo el atardecer cuando, volviendo de Coney Island y 1 hora después salimos en la estación de tren de Lexington Ave-63 de regreso en Manhattan para caminar 600 metros y tomar el teleférico! Al ser un transporte público (y no una atracción turística como muchos pueden creer) el teleférico se puede pagar con la Metro Card! O bien, por $2,75 el viaje.

Roosevelt Island tiene una ubicación entre Manhattan y Queens, así que dependiendo del lugar donde visités la Isla podrás ver un extremo u otro. El teleférico va junto al Queensboro Bridge, ese que nos da vistas muy bonitas ya estando en la Isla! Pero ojo que este puente no atraviesa la Isla, el puente pasa por arriba! De hecho, la única forma de llegar a la Isla a pie (o en carro) es por medio del Roosevelt Island Bridge que está al norte de la Isla y que conecta con Queens y no con Manhattan. Aunque también llega el metro hasta la Isla, así que no se preocupen que el teleférico no es el medio de transporte principal.

La Isla tiene alrededor de 10 mil habitantes los cuales básicamente solo duermen acá porque no hay muchas opciones de restaurantes o tiendas. En el pasado este lugar fue utilizado para enviar lejos a enfermos y presos ya que acá se construyó un hospital para enfermos de viruela, una cárcel, un manicomio y un asilo… vaya lugar, eh!

Debo confesar que en esta ocasión (ya habíamos visita la Isla en la visita anterior) teníamos intención de recorrer la Isla y los diferentes parques y puntos de interés que tiene, sin embargo, el día se nos había venido encima. Ya eran más de las 7:00 pm, teníamos mucho frío y encima mañana debíamos tomar nuestro vuelo a Miami temprano… así que, fuimos a ver los árboles de Cerezo que estaban en plena floración! Y disfrutar del Skyline de Manhattan con el Queensboro Bridge haciendonos de modelo.

Saliendo del teleférico caminamos hacia el Sur, donde hay un paso peatonal junto al río con muchas bancas para descansar. Sin duda, acá tendrán un lugar muy top para llevarse unas bonitas fotos desde la Isla! Estuvimos lo suficiente para que el cielo se oscureciera y la ciudad encediera sus luces, momento perfecto para ver el Skyline iluminado, no habíamos tenido esta oportunidad en el viaje y fue una linda forma de despedirnos!

Eran ya las 8:00 pm cuando tomamos el teleférico de regreso hacia Manhattan, que de último momento decidimos hacer un último plan y estirar la despedida de la ciudad que nunca duerme.

Así la despedida no se hacía tan dificil

230 Fifth Rooftop

Cuando estuve planeando el viaje, había buscado al menos hacer 1 cena en algún Rooftop para tener las vistas de la ciudad desde las alturas… sin embargo, el clima hace que algunos lugares cierren sus terrazas durante los meses fríos. Sin embargo, el 230 Fifth Rooftop no, está abierto todo el año! Incluso en inverno cuando instalan unos tipos Igloo, que se me hizo muy curioso cuando lo leí!

Y así, tomamos el metro para acercanos hasta el 230 Fifth Rooftop, una de las terrazas más populares en New York por su vista al Empire State y al Skyline de New York desde los cielos!

Vaya vistas!

Entrando al edificio, en el cruce de la 5ta avenida y la Calle 27 nos pidieron los pasaportes para confirmar que fuéramos mayores de 21 años.. pero no, no es que nos veamos tan jóvenes jaja simplemente es que se los piden a todos! Después de la revisión, nos dieron la indicación para tomar el ascensor que nos llevó hasta el piso 20.

Saliendo del ascensor, se llega a la zona Lounge del restaurnate, cerrada, pero nosotros queríamos la terraza, así que subimos unas escaleras y salimos, de nuevo, al frío. Durante los meses de frío, tienen batas rojas disponibles, y todos la usa! Solo esperamos que las laven al menos diario jajaja. Además hay calentadores que hacen amena la estancia aún con el frío de la ciudad.

Los días más movidos son los fines de semana, de hecho, en estos días el código de vestimenta se vuelve más importante y según leímos no permiten el ingreso con tennis ni con pantalones rotos. Nosotros fuios lunes, íbamos en tennis y no nos dijeron nada por suerte!

De fiesteros nosotros no tenemos nada, así que, además de disfrutar aquellas vistas que ya hacían merecer la subida hasta acá, nos pedimos dos chocolates calientes y unos tacos para comer. Todo nos costó $53 ya con el Tip incluido. Barato sabíamos que no iba a ser, estamos en un Rooftop en el corazón de Manhattan! Pero bueno, hay gustos que a veces nos podemos dar!

Eran casi las 10 de la noche cuando pusimos rumbo de regreso a nuestro hotel… sin duda supimos sacar el provecho al máximo del último día en New York, aún pasados por un poco de agua al inicio! Mañana tendríamos que madrugar para tomar nuestro vuelo a Miami, pero no importaba, nos habíamos despedido de la ciudad como se debía, y eso no se cambiaba por nada!

Y hasta acá este post de nuestro recorrido en el Día 5 en New York! Aunque la aventura continúa con la segunda parte del Viaje por Miamia! Si no querés perderte la próxima entrada, recordá suscribirte a nuestro blog acá: Suscribirme.

Mil gracias por leernos, y hasta la próxima entrada!

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