Hoy nos tocaba dejar el lindo pueblo de San Miguel de Allende para avanzar en nuestra ruta por México, y llegar a una ciudad de la que tanto habíamos escuchado como parte de la cultura popular de México: Guanajuato y sus momias.
Nos despertamos en nuestro hotel en San Miguel de Allende y tomamos nuestro desayuno incluido donde probamos unos chilaquiles, algo que es común para desayunar pero que nos parecía un poco extraño para desayunar pero terminamos dándole una oportunidad, estuvieron deliciosos.
Nuestro bus para Guanajuato no saldría hasta las 12:00 md así que aprovecharíamos la mañana para volver a caminar por las calles de San Miguel de Allende.
Si no querés perderte nada de la ruta de 17 días por México, podés verlo todo acá:
Y el resumen de esta entrada lo podés ver acá:
Media mañana en San Miguel de Allende
Con el desayuno listo, nos fuimos nuevamente a recorrer las calles de San Miguel de Allende. Un lunes por la mañana, luego de semana santa se podía notar la tranquilidad que había en todo lado. La verdad que, no vimos nada nuevo y más bien nos dedicamos a recorrer con más calma y con menos gente algunos de los lugares que recorrimos ayer en nuestro Día 4 en San Miguel de Allende.
Eso sí, logramos las ansiadas fotos sin gente 🙂
Aprovechamos la calma para ingresar a la Parroquia de San Miguel de Arcángel, además de comprar unos churros y café frío para llevar y merendar en el bus (sí, siempre estamos pensando en la comida jajaja).
A eso de las 11:00 am fuimos rápidamente de regreso al hotel a hacer check out y pedimos un Uber que nos llevara a la estación de buses de San Miguel de Allende.
¿Cómo ir de San Miguel de Allende a Guanajuato?
En la forma en que hicimos nosotros el viaje, iríamos en bus! De nuevo, compramos los tiquetes con ETN una empresa segura y confiable para moverse por los diferentes lugares en México. Compramos los tiquetes en la página web un par de días antes, esto no fue algo que llevara organizado desde la casa para ser honesta. Los tiquetes nos costaron $342 MXM (Unos $17USD) por los dos, son buses de lujo aunque para decir verdad este era menos ostentoso que el que nos trajo de CDMX a San Miguel de Allende.
El viaje entre San Miguel de Allende y Guanajuato se hace en 1 hora y media, un viaje tranquilo que aprovechamos para descansar y leer y reponer y llegar con toda la energía para nuestra media tarde en Guanajuato.
Los buses salen de la misma estación a la que llegamos, la única y pequeña en el pueblito de San Miguel de Allende. Abordamos a las 12:00 md en punto y sin mucho contratiempo llegamos a Guanajuato a la 1:30 aproximadamente.
En la estación de Guanajuato una vez más pedimos un Uber para llevarnos a nuestro hotel. La estación se encuentra a unos 8 km del centro de Guanajuato, así que en unos 15 minutos ya estábamos a las afueras del teatro Juárez, punto de referencia para nuestro hotel.
Eso sí, nos sorprendió muchísimo camino fue ver y atravesar los túneles que hay para llegar a la ciudad de Guanajuato! Impresionante cuando nos dijo nuestro chofer que en otras épocas todos aquellos túneles sirvieron como canales de desagüe porque la ciudad solía inundarse muchísimo!
Hotel en Guanajuato
El hotel que seleccionamos para nuestra quedada en Guanajuato fue el Hotel Casa Pita, bien evaluado en Booking.com
El hotel tiene puntos muy positivos como su precio, por las dos noches pagamos $2160 MXM (Unos $106 USD) considenado que es una época de alta demanda y que está en el centro de Guanajuato, junto a la mayoría de lugares turísticos eso sí, no incluía desayunos.
Después de nuestra experiencia, no estoy segura si recomendaría el hotel y les cuento el por qué. Nos tocó una habitación que estaba en el primer piso y que daba a la calle del frente, con ventana incluida. Lo que sucedió fue que, justo al frente del hotel pasa por las noches las famosas callejoneadas de Guanajuato (si no sabés que son, seguí leyendo más abajo) y entonces incluso a media noche pasaban justo en nuestra ventana haciendo mucha bulla, muchísima! Y lo peor no era eso, si no que como parte de la callejoneada se hacen actividades para interactuar con los turistas y adivinen? se paraban juto al frente y hacían todo el escandalo del mundo y algo más.
En todo lo demás, el hotel estaba bastante bien y tiene una terraza muy bonita! Quizá si considerás quedarte aquí, pedí que no te toque en habitación con ventana a la calle.
Cómo moverse por Guanajuato
A pie, respuesta definitiva. Y es que, realmente si hubiésemos tenido un carro no habríamos sabido ni si quiera donde dejarlo, supongo que hay parqueos públicos pero, los hoteles al estar entre callejones, no ofrecen parqueos. Es algo que si andás en carro tendrás que considerar.
Pero fuera de eso, todo se recorre a pie! Nosotros nos guiamos con Google Maps para llegar a los diferentes lugares.
Visitas en nuestra primer día en Guanajuato
Decidimos llegar a Guanajuato por la tarde por el check in en nuestro hotel y porque cuando revisé los lugares para visitar, tampoco vi que fuera un itinerario muy cargado.
No te perdás lo que hicimos en el segundo día como complemento al recorrido en Guanajuato, acá:
Hicimos un check-in rápido dejando nuestras maletas porque la habitación no estaba lista y salimos a recorrer Guanajuato por primera vez. A escasos metros del hotel nos encontramos con la plaza principal de Guanajuato y que al igual que en San Miguel de Allende, es el corazón de la ciudad con locales disfrutando el día, turistas y muchas muchas personas ofreciendo las famosas callejoneadas.
Callejoneadas de Guanajuato
La verdad que, yo no escuché de las callejoneadas de Guanajuato hasta que llegué ahí, se trata de un recorrido a pie que se empezó a hacer popular por estudiantes de la universidad de Guanajuato que al ritmo de música, van recorriendo muchos rincones de Guanajuato y sus callejones más emblemáticos!
El concepto sonaba muy interesante y sin pensarlo, compramos nuestra entrada directo a un chico (hay por docenas en todo lado) por $240 MXM (Unos $12 USD) por las dos entradas y nos dio unos tiquetes con la instrucción de reunirnos en una esquina de la plaza a eso de las 8:00 pm. Con el asunto listo, nuestro siguiente pendiente en este recorrido era buscar un cajero automático para sacar dinero (el hotel solo recibe efectivo) y buscar un lugar donde almorzar.
Mientras Pablo sacaba dinero, vi una tienda de venta de perfumes y como yo había viajado con maleta de mano no había podido llevar, así que entré a ver qué perfumes tenían en tamaño viajero para cumplir con requerimiento en control de aeropuerto. De paso, le pregunté al chico de la tienda una recomendación de restaurante y me dijo el nombre de un lugar que estaba bien cerca, y confiando en su palabra, allá nos fuimos.
El lugar se llama Truco 7 y no, no lo recomiendo para nada!! Aunque parecía tener potencial, al final la comida a Pablo se la trajeron y venía con un pedazo de plástico dentro! Le hicieron el cambio y no le cobraron el plato pero al final nos quedó la mala impresión y a eso le sumamos que la comida a nivel de sazón tampoco nos impresionó.
En fin, que nos gastamos $290 MXM (Unos $14 USD) en un almuerzo con refrescos y entrada de guacamole (pero ojo, que el plata de Pablo por lo que sucedió no lo cobraron). Sin duda una de las varias malas experiencias con la comida que tendríamos a lo largo del viaje.
Después de almorzar, regresamos al hotel para recibir la habitación y hacer el pago. Además de descansar un poco antes de salir al destino que teníamos planeado para hoy.
Museo de Momias de Guanajuato
Era pasadas las 4:00 pm cuando salimos nuevamente, teníamos planeado realizar la visita al Museo de las Momias de Guanajuato. Vimos que se encontraba casi a 3 km y aunque inicialmente pensamos ir en Uber, nos terminamos decidiendo por ir a pie, después de todo nuestro día había estado un poco light y caminar nos haría bien.
Pasamos comprando un café frío en el Starbucks que está en la plaza principal de Guanajuato, y empezamos el camino que nos separaba del Museo de Las Momias. Pagamos $77 MXM (Unos $3,77 USD) por los dos cafés, bastante bien para ser Starbucks, pero con una calidad más qué baja, feos estaban los condenados cafés.
El recorrido se hace muy ameno y no es hasta el final, faltando como 1 km que hay una subida constante que hay que tomársela con calma. Este recorrido nos dio la oportunidad de ver el Guanajuato local, con sus tiendas y su gente en su día a día, y te recomendamos mucho qué te animés y o hagás a pie!
El último tramo antes de llegar permite, gracias al ascenso que hemos hecho, tener unas vistas muy privilegiadas de Guanajuato. Así que no te perdás la vista!
Llegamos a la taquilla a eso de las 5:00 pm e hicimos una fila de unos 10 minutos para poder ingresar, el museo cerraba a las 6:30. La entrada nos costó $92MXM (Unos $5USD) cada uno y adicional $32 MXM (Unos $1.6 USD) por el uso de cámara. Ojo que igual podés hacer fotos con el celular y no pagar este extra.
El recorrido al Museo de las momias nos dejó sensaciones dobles… por un lado, es interesante poder ver los restos momificados pero por otro lado, que estén en vitrinas de pie nos pareció algo un poco grotesco jaja, le dije a Pablo que de fijo nos iban a jalar las patas en la noche por ir a visitar aquel lugar! Aún así, es muy interesante y recomendable visitarlo.
A decir verdad, la visita no nos llevó más de 30 minutos. Salimos y nos impresionamos un poco con las vistas de las montañas que se tiene desde ahí! Preguntamos para bajar en bus al pueblo y estuvimos esperando por unos 15 minutos hasta que nos dimos por vencidos y volvimos caminando nuevamente hasta la plaza, disfrutando del bullicio que había en las calles.
Nos fuimos directo a nuestro hotel a descansar un poco para volver a salir a la famosa Callejoneada para la que habíamos comprado nuestro tiquete temprano.
Callejoneada en Guanajuato
A las 8:00 pm, estábamos plantados en la esquina de la plaza para iniciar nuestro recorrido. Nos asombramos cuando vimos la cantidad de personas que habían, sabíamos que iba a ser un grupo, pero no nos imaginamos aquel tumulto y desde ahí supimos que aquello había sido un error.
Quisimos tener actitud, pensar que estaría bien y así arrancó el grupo… Nos acercaron a una fuente detrás de la iglesia junto a la plaza e inició la primer serenata de la noche, que escuchamos pero no vimos nada porque estábamos hasta atrás. Entre una cosa y otra había pasado ya casi 15 minutos y no habíamos empezado a caminar! Porque no se podía caminar, era demasiada gente intentando caminar en espacio bien reducidos y unos 15 minutos más, decidimos que esto no era para nosotros y nos fuimos, perdiendo así obvio el dinero del recorrido.
Alguien conocido me comentó que hizo el recorrido y fue una experiencia súper bonita, y no dudo que así sea, el fallo en nuestro caso sin duda fue la cantidad de gente que había. Pero creo que ni volviendo a ir en otra época, le daría una oportunidad a este recorrido, en una experiencia muy personal.
Volvimos al hotel sin cenar, no teníamos nada de hambre, a media noche me desperté sintiéndome muy mal y fue la primera (y muy a mi pesar no la última del viaje) ataque de la maldición de la malinche, esa muy conocida en México en la que nos enfermamos del estómago y yo acabé vomitando. Por suerte no pasó a más, pero recomiendo encarecidamente no comer comida de la calle, mi sospecha #1 fueron unos elotes que me comí en vasito justo antes de empezar el recorrido de las callejoneadas, y además, como experiencia nuestra llevar medicinas para el mal de estómago, que aunque allá se consigue obvio, las marcas son todo un tema.
Pero bueno, fuera de eso, el viaje iba siendo increíble y son chispas del oficio, cosas con las que hay que saber lidiar y no dejar que nos arruinen la experiencia viajera… si vas a viajar a México espero que podás salir invicto y que no te ataque la famosa maldición.
Si llegaste hasta acá, mil gracias por leer! No te perdás el día 6 haciendo las visitas completas por los callejones de Guanajuato.
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